De Copacabana hasta acá...
La ultima noche antes de cruzar a la isla de sol fue bien fría. Unas birras al costado del lago con Tata, Mili, Fafa y Rochi y a subir cuesta arriba. El encuentro con las cordobesas de Uyuni, la fiesta en la calle, los porros, los milicos tomando vino en cartón, cantando guantanamera entre la gente feliz. Volver a dormir sin despertar a nadie.
Desayuno y a esperar la lancha. Sol rabioso de mediodía, empanadas de queso y algún himito girando. La amistad con los mendocinos. Cruzar el lago tejiendo bajo la lluvia, viento frio. El encuentro con los tres hermanos otra vez, Agustin, Martin y Pablo (no estoy seguro de los nombres). Arroz para once en la parte sur de la isla, antes fútbol en la altura, todo el cielo de tribuna. Los pulmones no funcionan allá arriba.
La caminata hermosa desde el sur de la isla hasta el norte. Fumar en la punta de la montaña con los ojos fijos en Puno, en las puntas nevadas. La siesta al costado de las ruinas después del encuentro con Checha en el desvio hacía el pueblo. Ver desde arriba la playa, los perscadores, sus velas de colores, las carpas. El horno a leña, el fuego en los muelles, el vino, la lluvia y la oscuridad. Mili guía en la oscuridad.
Despedirse de las chicas (Mili, Fafa, Rochi) en los muelles. La lancha se va.
El reencuentro con los hermanos, esta vez eran dos. La amistad uruguaya, las canciones de Jaime, las murgas, los candombes. Algunas melodías de Charly también. La terraza y el vino mata frio intenso.
Otra vez a tejer en la lancha, coser agujeros. Vuelta Copacabana. El reencuentro con Nahuel, cafesito y la vuelta a La Paz. Unas fotos desde el bondi que viajaron como postal a Buenos Aires.
La Paz, magica, Javi Y Diejo y su amistad desde Chile, los brasileros y el japones. Noches de acá para allá. Viernes fiesta reggae. Martin, Juli, Javi, Diego y la tropa brasilera. Los tambores de Coroico en la noche paceña. El bajon (hamburguesita) de madrugada en las calles de la paz.
La despedida de Checha en la terminal, su sonrisa desde el ultimo asiento del bondi.
Coroico, humedad, selva y montaña. Nubes bajas, estrellas, mariposas gigantes. El mirador y los mates. La guitarra, mi primer canción del viaje. Bruno y Ceci de Rosario, las cascadas y el jugo de los nisperos caminando la ruta. La noche en la plaza entre amigos, la amistad desde Salvador de Bahía y sus hermosas canciones del brazil, su pandeiro que suena a murga completa.
La paz, escala Tiwanaku. El reencuentro con Lucas en Villa Fatima, su amistad. El bondi hasta el cementerio escuchando "garganta con arena" desde la radio.
La llegada a Tiwanaku, la caminata desde la ruta, el problema de donde pasar la noche, los chicos del camping y su amistad. La oferta de lugar en sus carpas. El mochilero fue el lugar donde nos recibieron, donde por fin con Tata pudimos bajar las mochilas. El singani con Nati, Maxi y Santiago, las canciones de Hermetica. Maxi y los secretos que me enseño sobre los hilos. La guitarreada hasta la plaza, los milicos aplaudiendo nuestra versión de "Gente que no". La entrevista para la tele, los 5 borrachos (Maxi, Nati, Santiago, Tata y yo) y su canción para la TV boliviana. Desayuno: Sandwich de huevo frito y tomate.
El fogon en el camping, el decano de la universidad de Cordoba compartiendo ron y conocimientos. La Chajana, constelación que rige a la cultura Aymara.
La posesión de Evo, el cariño por la tierra, la solidaridad de la gente y sus hermosas ropas de colores, los bailes, los tambores, los pututus y quenas. Las Wiphalas flameando, los pueblos originarios de todo el mundo, las lagrimas en los ojos.
El robo de la billetera del Tata. La vuelta a La Paz con Maxi, Nati y Tata, el carretero a buscar humo y el mirador de noche, la Paz y sus cerros estrellados. Las piezas en la calle Max Paredes.
Tata y su vuelta a Buenos Aires, mi travesia hasta la Higuera.
La noche camino a Cochabamba, la mañana lluviosa y tener que salir a Santa Cruz, ciudad hostil, grande y chata. El Chaparé, Chimoré y sus chicos envueltos en moscas, el calor insoportable. La explosión en el micro, la rueda desbaratada.
Huir de Santa Cruz, correr el ultimo colectivo a Valle Grande ya en marcha. Dos paquetes de galletitas a la tarde, una hamburguesita de noche en Samaipata. Valle Grande 2 a.m. Solo queria una cama despues de 25 horas de colectivos.
La mañana violenta, temprana, averiguar dos o tres cosas y salir a buscar un camión. El viaje hasta la Higuera rodeado de su gente, de bolsones con mercaderia, de bidones de nafta y bolsas de arpillera. Algún colchón también. Los recuerdos del Ché. La parada en Pucará para cargar 600 eucaliptos en un vivero. Bajar 200 cerca de la entrada a la Quebrada del Churo. Las montañas, la ruta de tierra, el camión a los saltos, las nubes sobre las montañas mas lejanas que traen lluvia. La gelatina que me regalo una señora que durmió de los brazos del comandante argentino-cubano. La Higuera desde arriba y desde abajo. El pañuelo de las madres, el angel de la bicicleta, la esperanza en las paredes. Oscar y su familia, la tristemente celebre escuelita, mi intento fallido de llegar a la quebrada del Churo, la noche que llegó despacio mientras cantabamos en la calle. Un aleman en moto y yo, unicos dos forasteros.
Noche tranquila, sueño liviano.
El desayuno con Doña Irma y sus historias sobre los tiempos de revolución fallida. Oscar, mi guía hasta la quebrada, abriendo camino a machete en el mismo lugar donde la guerrilla pierde su primer batalla. La quebrada, un par de higos frescos de los arboles para encarar la subida. Selva, monte denso. La despedida de la gente de la Higuera, me guardo todo su cariño.
Un auto a la distancia, los italianos que me dejan viajar en su taxi hasta Valle Grande. El pueblo y su aniversariom el vino y la musica en las calles. La lavandería en el hospital y el reencuentro con los ojos duros del Ché en ese mismo lugar hace 41 años. Mi firma en la pared y los micros. Valle Grande a Cochabamba y mi vuelta a La Paz. La lluvia y otra vez al cementerio para viajar a Sorata. Que merece un capitulo aparte.
La Paz, Bolivia .-
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6 comentarios:
cuánta emoción!!! sigan adelante!!
Grace
increible la onda boliviana man. coroico se me sigue apareciendo en sueños. la paz tambien.
max paredes al poder.
que felicidad...me ahce recordadami viaje y esta lindo..tan lindo viajar.. bolivia es un lugar donde el espiruto se va ..donde volamoscon el solo aire del lugar y disfrutar como creo q lo estaras haciendo es lo mejor de la vida porq para mi es eso vivir
Que bueno todo! la verdad que te envidio! Segui contandonos que me da intriga y me gusta! Abz desde aca! Espero que siga todo bien!
Mariano
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